Conocer gente nueva, poder verla, relacionarse y tener la posibilidad de encontrar el amor, es lo que muchos desean al emplear las redes sociales y expandir sus horizontes de búsqueda. Tener un catálogo para escoger, entre un sin fin de caras sonrientes ayuda mucho y Tinder ofrece una forma bastante eficiente para hacerlo, sin embargo, pero como siempre, no todo puede ser tan bueno.
He aquí algunos problemas de la aplicación Tinder para relaciones de pareja
Primera impresión demasiado estresante
Si bien es cierto que el derecho de deslizar a me gusta o no, es absolutamente tuyo, también se vale tener el deseo de que una de estas personas que ha captado tu atención te dé me gusta también, pero bien sea para evitar el bochornoso rechazo o por la búsqueda de aumentar las posibilidades de afinidad, el formato de Tinder te da la opción de interactuar con otro usuario sólo cuando este a su vez ha dado me gusta, sin más, haciendo aún más estresante la selección de lo que mostrarás para esa primera y quizá única oportunidad de captar a esa persona que que ha podido gustar.
Problemas de privacidad
Las redes sociales son precisamente para establecer, desarrollar, mantener relaciones sociales, tener relaciones de pareja y muchas cosas más, sin embargo no necesariamente tienes a las mismas personas en todas tus redes sociales o puede que, en cada una te relaciones en diferente tono, así que quizá no quieras que las interacciones de una red sean vistas en otra. Si es así, entonces mucho cuidado, ya que para la creación de una cuenta en la aplicación, esta tiene que estar asociada a otra red social como lo es Facebook, con lo cual accede a tus datos a fin de establecer patrones de parentesco, amigo de un amigo, familia de algún amigo de amigo… en fin, establece una red de interconexiones para calcular mejores posibles opciones. La solución más óptima al problema puede ser la creación de un Facebook de uso exclusivo para conectarlo con Tinder, en el cual se haga la selección de la información que estamos dispuestos a mostrar a esa potencial pareja. Sin embargo, otra forma quizá un poco más compleja de lidiar con este detalle es la revisión minuciosa del contenido de nuestro Facebook y modificar las configuraciones de seguridad a fin de mantener reservado aquello que preferimos mantener en privacidad.
Interacción no deseada
Ciertamente internet, las redes sociales y el mundo digital en sí, tiene muchas bondades que ofrecer y que ha permitido hacer nuestro modo de vida más fácil, sin embargo, esto no resta que como cualquier otro plano, tenga consigo riesgos propios. Este medio en este sentido, al no tener la certeza de saber con quién es que te estas comunicando, deja abierta la posibilidad de atraer a personas mal intencionadas de forma directa o incluso personas que emplean bots o inteligencia artificial para hacerse pasar por personas que interactuar con el usuario a fin de hacerlos realizar cosas como por ejemplo desnudos a la webcam que terminan en páginas evidentemente sin el consentimiento del usuario. Claro está que, todo esto puede evitarse teniendo un uso responsable de nuestras aplicaciones y así procuramos evitar malos ratos.